Introducción

El desempeño de nuestro trabajo en condiciones adecuadas de seguridad y salud es un derecho que nos reconoce la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (PRL), lo que supone un correlativo deber del Rector de garantizar que esas condiciones sean dadas.
La seguridad (ausencia de accidentes) y la salud(ausencia de enfermedades profesionales) en el trabajo puede ser garantizada de manera razonablemente aceptable, pues nunca podrá ser absoluta, mediante el estricto cumplimento de la Ley de PRL y la extensa normativa que la desarrolla.
En nuestra universidad a día de hoy, el grado de cumplimiento de la legislación en PRL es lamentablemente bajo, lo que resulta inconcebible después de 17 años de vigencia de la normativa básica en PRL, de modo que nuestra labor como delegados de prevención está centrada principalmente en exigir y vigilar que esas normas se cumplan. Aquí te iremos informando de nuestro trabajo, y de manera especial el que desarrollamos en el órgano específico de representación y discusión en materia de PRL como es el Comité de Seguridad y Salud.

19 de abril de 2017

Cultura Preventiva









 El número de inspectores de trabajo cae en plena recuperación laboral

La plantilla se ha  reducido a 943 efectivos en 2016 a pesar de la recuperación del número de ocupados
     
Frente a la promesa del Gobierno de reforzar la plantilla de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en su lucha contra el fraude con 70 incorporaciones en 2016, el año pasado se cerró con tan sólo dos inspectores más: 813 frente a 811. Además, en 10 regiones españolas, contando las 17 Comunidades Autónomas más Ceuta y Melilla, ha descendido el número de inspectores.
Para el PSOE, estas cifras demuestran que «el Ejecutivo ha mentido». «No sólo no ha cumplido su compromiso de incrementar el número de inspectores, sino que si contamos también los (inspectores pertenecientes a las inspecciones autonómicas de Cataluña y el País Vasco), están bajando, en concreto en cinco: de 948 que había en 2015 a 943», denuncia Miguel Ángel Heredia, secretario general del Grupo Socialista en el Congreso.
El Ejecutivo prometió que incrementaría la plantilla de inspectores y subinspectores para reforzar «la lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social, así como para actuar en la prevención de riesgos laborales». En concreto, dijo que incorporaría 22 funcionarios de nuevo ingreso para desarrollar funciones inspectoras en 2015, 70 en 2016 y 85 este año.
Pero los sindicatos denuncian que estas promesas han quedado en el olvido. «El Gobierno no está cumpliendo la tasa de reposición de efectivos. De hecho, la plantilla está cada vez más envejecida», señalan desde la Federación de Servicios de UGT.
España está muy lejos de los ratios de otros países europeos. En nuestro país hay un inspector por cada 15.000 asalariados, mientras que en Europa hay un inspector por cada 7.300 trabajadores. «Es absolutamente necesario llegar a ratios homologables con Europa», añaden desde este sindicato.
A juicio de CCOO, «es imprescindible incrementar las plantillas si queremos que puedan vigilar también otras irregularidades». «Ahora», explica Rita Moreno, de la Secretaría de Acción Sindical de este sindicato, «tienen una carga de trabajo excesiva y están más orientados a la detección del fraude en las cotizaciones a la Seguridad Social».
«Aunque esto es, sin duda, muy importante», añade, «desde que estalló la crisis las empresas han dejado de invertir en riesgos laborales y han aumentado mucho los accidentes y las enfermedades profesionales. Además, se están incumpliendo convenios colectivos y no se está vigilando que se cumpla con la obligación para las empresas de más de 250 trabajadores de suscribir planes de igualdad. Irregularidades, todas ellas, fáciles de detectar», añade.
Desde el PSOE consideran que la escasez de inspectores también está repercutiendo en el importante aumento de los accidentes laborales. De acuerdo a la estadística del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, de enero a diciembre de 2016, los accidentes laborales que causaron baja se dispararon un 5% en 2016. Se produjeron un total de 555.722 siniestros, 26.474 más que el año anterior. De estos, 480.051 ocurrieron durante la jornada laboral y 75.671 en itinere, es decir, en el camino de ida y vuelta al trabajo.
«Se trata de un incremento tremendo, y la razón está clara: se debe fundamentalmente a la precariedad laboral. La siniestralidad es, sin duda, uno de los efectos de la reforma laboral», denuncia Heredia. «No sólo estamos hablando de que los contratos tienen una duración media de 52 días, sino de que hay salarios miserables. Seis millones de trabajadores cobran menos del salario mínimo y ,además, el hecho de trabajar en nuestro país no es garantía de estar fuera de la exclusión social. Un 13% de trabajadores están en riesgo de exclusión social. Toda esta situación es resultado de la reforma laboral del Gobierno del Partido Popular», señala el diputado socialista.
Fuente: El Mundo. 19 Abril 2017

Cultura Preventiva

El acoso sexual en las universidades

La Universidad es uno de los espacios sociales donde se producen mas casos de acoso sexual, debido a que está muy jerarquizada y cuenta con una fuerte estructura de poder.
Esto es lo que nos cuenta Mar Joanpere, profesora asociada de Sociología de la Universidad de Barcelona, al inicio de una interesante entrevista producida por 'La Guerrilla Comunicacional' a la que puedes aceder aquí: http://laentrevistadelmes.com/2017/04

Recuerda que nuestra universidad cuenta desde hace varios años con una Unidad de Igualdad de Género y un Protocolo para la detección, prevención y actuación en los supuestos de acoso sexual. Si quieres información al respecto, entra en su web: http://www.igualdad.ull.es/ambito%20ull.html

17 de abril de 2017

Cultura Preventiva



SALUD LABORAL

Las empresas no invierten en prevención y hablan de forma interesada del absentismo, denuncia UGT.

Los estudios que se realizan en España sobre el absentismo son totalmente sesgados y partidistas, señala el sindicato.
La Unión General de Trabajadores denuncia que los estudios que se realizan en España sobre el absentismo son totalmente sesgados y partidistas. En primer lugar, se incluyen en su cómputo ausencias justificadas, confundiendo de esta manera, absentismo con ausentismo. Como deja claro la Organización Internacional de Trabajo (OIT), “del cálculo del absentismo deben excluirse los periodos vacacionales, las huelgas y el absentismo laboral de causa medica como el periodo de baja laboral atribuible a una incapacidad del individuo". Sin embargo, los estudios que últimamente se publican consideran absentismo, casi de manera exclusiva, las jornadas laborales pérdidas a consecuencia de una baja laboral.
Para UGT, en estos estudios rara vez se hace referencia a la responsabilidad empresarial en la prevención de los riesgos laborales y, por tanto, en las bajas derivadas de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales o relacionadas con el trabajo. En los cálculos que se realizan se obvian los costes de la no prevención de los riesgos laborales.
En este sentido, estudios realizados por UGT en colaboración con la Universidad Jaume I cifran el coste anual de la no prevención de los riesgos psicosociales entre 545 y 810 millones de euro, de los cuales el 50% sería costeados por las propias familias de los trabajadores por cuidados informales; el 18,6% por los servicios públicos de salud, debido a que se tramitan como enfermedad común o accidente no laboral; y resto sería atribuido a la pérdida de productividad. Algo parecido pasa con el cáncer de origen laboral, es una enfermedad profesional que apenas se registra como tal, se estima que sólo entre el 0,1% y 0,2% de todos los cánceres de este tipo se declaran, gestionándose como una enfermedad común, lo que supone un sobrecoste para los Servicios Públicos de Salud de más 158 millones de euros anuales.
Además, el sindicato señala que la interpretación de los datos y las propuestas que se realizan parten de las premisas de que los trabajadores son defraudadores, los facultativos de los Servicios Públicos de Salud unos ineptos y las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social grandes gestores, ya que las propuestas que se realizan se encaminan casi con exclusividad a disuadir a los trabajadores de ausentarse del trabajo por razones médicas. Hay que recordar que los trabajadores no pueden darse la baja a sí mismos, si no que ésta es emitida por unos facultativos cuyo único interés es la recuperación de la salud de todos los ciudadanos. Sin embargo, las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social son asociaciones de empresarios, cuyos intereses son los propios de sus asociados, no los de los trabajadores ni su salud, sólo la productividad laboral de estos.
No se puede asegurar, como se ha señalado recientemente por parte de algunos empresarios, que hay fraude en el absentismo, ya que, como dice el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, se viene a cuestionar la profesionalidad y honestidad del personal sanitario del sistema público de salud, y la honradez de los trabajadores y trabajadoras. Esta afirmación infundada se une a la campaña a través de los medios de comunicación para crear el clima de opinión de que las bajas cuestan mucho dinero al Estado y las empresas. Para UGT, esto es intolerable.
Por todo ello, el sindicato exige estudios más rigurosos, en los que se hagan propuestas para mejorar la seguridad y salud de los trabajadores, así como sus condiciones laborales, lo que reducirá los accidentes y las enfermedades laborales y mejorará la productividad y competitividad de las empresas, tal como reconoce las Naciones Unidad en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Fuente: nuevatribuna.es 15 de Abril de 2017